DOS HEROES Y UN VILLANO DEL CANNABIS
El cannabis, con sus diez mil años de estar conviviendo con la humanidad se ha hecho de grandes amigos, así como de grandes enemigos. Personas que a través de la ciencia (biológica, médica o química) y la industria, buscan posicionar al cannabis como una gran ayuda para la humanidad y el medio ambiente. Y otras personas, que, a través de calumnias, mal información y política, buscaban criminalizarla para llevar a cabo sus propios planes políticos. En este escrito presentaremos dos héroes, que nos dieron grandes avances en el conocimiento de la planta y al mayor villano que ayudo a que la criminalizaran en la mayor parte del mundo, retrasando años los estudios y el aprovechamiento de la planta.
EL MEDICO (HEROE)
William Brooke O’Shaughnessy, nacido en Limerick, Irlanda en 1809, lo que hizo este médico fue registrar, por primera vez, desde la perspectiva científica el potencial médico del cannabis. Es considerado “el abuelo del cannabis”, ya que sus estudios fueron los que introdujeron al cannabis dentro de la medicina occidental, hace más de 150 años.
Licenciado en medicina por la universidad de Edimburgo, a la edad de 30 años tuvo que aceptar un empleo en Calcuta, para la compañía de las indias orientales, en 1833. O’Shaughnessy llevo consigo el telégrafo a la India, de Inglaterra y les llevo los beneficios del cannabis de vuelta a los ingleses.
En la India observó cómo los doctores indios usaban medicinas con compuestos de cannabis para curar varias enfermedades. Después comenzó a investigar los efectos del cannabis sobre el mismo, hasta confirmar que su uso es seguro para el hombre. Luego comenzó a usar el cannabis en pacientes, del hospital de Calcuta, con padecimientos de cólera, rabia, tétanos, reumatismo y convulsiones. Descubrió que el cannabis no tuvo ningún efecto en pacientes con cólera o rabia, pero sí muy efectiva para reumatismo y convulsiones.
En 1839, el doctor O´Shaughnessy, publicó el primer artículo, sobre propiedades analgésicas, antiespasmódicas y relajantes musculares del cannabis, las cuales baso en su propia experiencia. Este estudio lo público para la escuela médica de Calcuta. Después, en 1841, publicó un manual de química; posteriormente fue nombrado catedrático de química del Medical College (Colegio Médico) de Calcuta. En 1842 escribe un artículo de 40 páginas publicado en The Transactions of the Medical and Physical Society of Calcuta. A partir de 1843 O´Shaughnessy realiza un estudio sobre el cannabis más profundo que interesará a sus compañeros de profesión ingleses.
También realizó una breve historia del uso de cannabis en la India y los países árabes y describió los experimentos que había dirigido en animales, que buscaba observar a los animales bajo la influencia del cannabis. En 1856, la Reina Victoria le distinguió con el título de Sir. Se jubiló en Inglaterra en 1860 a la edad de 51 años. Murió el 8 de enero de 1889 a la edad de 79 años dejando un gran legado en el mundo del cannabis.
EL FISCALIZADOR (villano)
Harry Jacob Anslinger (Pensilvania, 1892-1975), fue el primer comisionado de la oficina federal de narcóticos a cargo del departamento del tesoro de los Estados Unidos, dependencia que después se convertirá en lo que es hoy la DEA. Sirvió en ese cargo para 5 presidentes de Estados Unidos, desde Herbert Hoover hasta John F. Kennedy. Fue impulsor de la prohibición y criminalización de las sustancias adictivas o drogas, sobre todo de la marihuana y la heroína.
Nació en 1892 en Altoona, Pensilvania, hijo de inmigrantes europeos, su padre era de Bélgica y su madre de Alemania. Comenzó a trabajar para la compañía ferroviaria, donde trabajaba con su padre, a la edad de 14 años. Así fue compaginando trabajo y escuela durante todos esos años hasta que, en 1914, Ansliger, logro terminar a la edad de 22 años sus estudios de grado en negocios e ingeniería.
Entro a trabajar en gobierno en 1917, donde estuvo en varias instituciones policiales y militares ayudando a detener el tráfico de drogas por todo el mundo hasta 1928, Se le atribuye ampliamente el mérito de dar forma no solo a las políticas de drogas nacionales e internacionales de Estados Unidos, sino también de influir en las políticas de drogas de otras naciones, particularmente aquellas que no habían debatido los problemas internamente.
Durante ese tiempo Anslinger era percibido como una figura honesta e incorruptible y en 1930 lo nombran comisionado fundador de la oficina federal de narcóticos del tesoro. Esta oficina estaba encargada en los ingresos no tributable de la venta ilegal de alcohol y drogas. Una vez ahí y con la ayuda de presa sensacionalista, se dedicó a difundir información falsa y con ninguna validez científica sobre el cannabis. Su argumento era que el cannabis volvía loca y agresiva a las personas que lo consumían y contaba historias falsas de gente de raza negra que al consumir cannabis se volvían locos y violaban mujeres blancas o de personas latinas que al consumir cannabis comenzaban a cometer robos en sus comunidades. Todos sus argumentos tenían un trasfondo más racista que científico. Tenía una serie de archivos llamados “los archivos gore” (gore file) donde había documentado más de 200 crímenes violentos que se habían cometido bajo” la influencia del cannabis”. Su forma de ataque siempre en base a calumnias y amarillismos.
Se dice que Anslinger trabajaba bajo los intereses de su padrino político Andrew W. Mellon. Este era el secretario del departamento del tesoro, dueño de uno de los 7 bancos más grandes en Estados Unidos y socio de la empresa E. I. DuPont De Nemours And Company, dedicados a la petroquímica. Esta última competía con el cáñamo en la industria de los textiles y las fibras naturales. Cierto o no, lo único cierto es que detuvo, en décadas, el avance de los estudios para el aprovechamiento del cannabis, en todas sus aplicaciones.
EL CIENTIFICO (héroe)
Fallecido en marzo pasado, a la edad de 92 años, el reconocido investigador de la planta de cannabis Raphael Mechoulam fue una figura fundamental y un pilar en el desarrollo de la investigación en torno a la planta de cannabis sativa.
Raphael Mechoulam nació el 5 de noviembre de 1930 en Bulgaria y tuvo que emigrar con sus padres, debido a la persecución judía en Europa, a Israel en 1949 donde estudió bioquímica en la Universidad de Jerusalén y posteriormente un Doctorado en Química en el Instituto Weizmann. Para después realizar una investigación postdoctoral en el Instituto Rockefeller de Nueva York, y posteriormente regresar a la Universidad Hebrea de Jerusalén en 1965, donde fue nombrado Profesor Asociado en 1972 y Profesor de Química Medicinal en 1975.
En la Universidad Hebrea de Jerusalén fue donde inició su trayectoria en la investigación de cannabinoides y fue parte de esa institución hasta el final de su vida.
Durante la primera mitad de la década de los 60’s, Mechoulam y sus colaboradores lograron aislar la molécula Delta-9 THC (Δ9-THC), el cannabinoide que conocemos como THC y que es el principal psicoactivo del cannabis.
El profesor Mechoulam también logró por primera vez la síntesis química de numerosos cannabinoides como el cannabidiol (CBD), el cannabigerol, el cannabicromeno y algunos ácidos carboxílicos cannabinoides.
Los descubrimientos de Mechoulam llevaron otros científicos a la detección de los receptores del sistema endocannabinoide en algunos mamíferos, entre ellos los humanos. El receptor CB1 se descubrió entre 1988 y 1990 y el CB2 en 1993.
Mechoulam encabezó las investigaciones que proporcionaron pruebas convincentes de que (i) la N-araquidonoil etanolamina, que él y sus colaboradores denominaron Anandamida, es un compuesto producido endógenamente que puede activar el receptor CB1 y que el 2-araquidonoilglicerol también es un endocannabinoide activador de ese receptor. También aportó al descubrimiento de múltiples cannabinoides novedosos que se investigan por su potencial terapéutico.
Durante toda su vida Mechoulam recibió premios y galardones pos sus investigaciones del sistema endocannabinoide. Sus descubrimientos han ayudado al mejor aprovechamiento de la planta del cannabis, así como a cambiar la percepción de la sociedad y hacerla más tolerante con respecto al cannabis.
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